Respiro, cuento hasta tres, tomo aire, me miro al espejo, apago el radio, el televisor, y todo queda en silencio. A veces todo se olvida, incluso que existe el silencio y que el día es una bulla inperceptible por momentos. Itinerario: prendo radio, luego desayuno en la sala cone l radio en On, me voy para la oficina MP3 encendido, llego, Noticias de toda clase, por lo general estúpidas, nada importante, medio día: noticiero; Como nadie mira, nadie se da cuenta que el noticiero acabó y entonces Carlos Alberto habla y como hasta las tres nos damos cuenta que es Padres e Hijos; Off, sin dudarlo; luego un programa radial de humor, salgo de la oficina: ruido en el bus y empujones; llego a la casa, On TV, partidos de fútbol que no veo, pero de los cuales escribo como autómata; 10 de la Noche, los simpsons eso sí miro, pero cuando acaban casi estoy dormido y lo que hago es levantarme, apagar la luz y quedar como una roca entre las cobijas. Ni siquiera sueño, no recuerdo ahora mucho lo que sueño; simplemente me levanto y todo lo escrito antes, se repite y no me acuerdo al menos de parar y de pensar. Veo todo en una seguidilla de imágenes que no se detienen, que no cesan. Ante esto, antes lloraría. Hoy, ya ni eso.
lunes, 30 de marzo de 2009
Microcuento
Sin ganas
Respiro, cuento hasta tres, tomo aire, me miro al espejo, apago el radio, el televisor, y todo queda en silencio. A veces todo se olvida, incluso que existe el silencio y que el día es una bulla inperceptible por momentos. Itinerario: prendo radio, luego desayuno en la sala cone l radio en On, me voy para la oficina MP3 encendido, llego, Noticias de toda clase, por lo general estúpidas, nada importante, medio día: noticiero; Como nadie mira, nadie se da cuenta que el noticiero acabó y entonces Carlos Alberto habla y como hasta las tres nos damos cuenta que es Padres e Hijos; Off, sin dudarlo; luego un programa radial de humor, salgo de la oficina: ruido en el bus y empujones; llego a la casa, On TV, partidos de fútbol que no veo, pero de los cuales escribo como autómata; 10 de la Noche, los simpsons eso sí miro, pero cuando acaban casi estoy dormido y lo que hago es levantarme, apagar la luz y quedar como una roca entre las cobijas. Ni siquiera sueño, no recuerdo ahora mucho lo que sueño; simplemente me levanto y todo lo escrito antes, se repite y no me acuerdo al menos de parar y de pensar. Veo todo en una seguidilla de imágenes que no se detienen, que no cesan. Ante esto, antes lloraría. Hoy, ya ni eso.
Respiro, cuento hasta tres, tomo aire, me miro al espejo, apago el radio, el televisor, y todo queda en silencio. A veces todo se olvida, incluso que existe el silencio y que el día es una bulla inperceptible por momentos. Itinerario: prendo radio, luego desayuno en la sala cone l radio en On, me voy para la oficina MP3 encendido, llego, Noticias de toda clase, por lo general estúpidas, nada importante, medio día: noticiero; Como nadie mira, nadie se da cuenta que el noticiero acabó y entonces Carlos Alberto habla y como hasta las tres nos damos cuenta que es Padres e Hijos; Off, sin dudarlo; luego un programa radial de humor, salgo de la oficina: ruido en el bus y empujones; llego a la casa, On TV, partidos de fútbol que no veo, pero de los cuales escribo como autómata; 10 de la Noche, los simpsons eso sí miro, pero cuando acaban casi estoy dormido y lo que hago es levantarme, apagar la luz y quedar como una roca entre las cobijas. Ni siquiera sueño, no recuerdo ahora mucho lo que sueño; simplemente me levanto y todo lo escrito antes, se repite y no me acuerdo al menos de parar y de pensar. Veo todo en una seguidilla de imágenes que no se detienen, que no cesan. Ante esto, antes lloraría. Hoy, ya ni eso.
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