lunes, 30 de marzo de 2009

Microcuento

Sin ganas

Respiro, cuento hasta tres, tomo aire, me miro al espejo, apago el radio, el televisor, y todo queda en silencio. A veces todo se olvida, incluso que existe el silencio y que el día es una bulla inperceptible por momentos. Itinerario: prendo radio, luego desayuno en la sala cone l radio en On, me voy para la oficina MP3 encendido, llego, Noticias de toda clase, por lo general estúpidas, nada importante, medio día: noticiero; Como nadie mira, nadie se da cuenta que el noticiero acabó y entonces Carlos Alberto habla y como hasta las tres nos damos cuenta que es Padres e Hijos; Off, sin dudarlo; luego un programa radial de humor, salgo de la oficina: ruido en el bus y empujones; llego a la casa, On TV, partidos de fútbol que no veo, pero de los cuales escribo como autómata; 10 de la Noche, los simpsons eso sí miro, pero cuando acaban casi estoy dormido y lo que hago es levantarme, apagar la luz y quedar como una roca entre las cobijas. Ni siquiera sueño, no recuerdo ahora mucho lo que sueño; simplemente me levanto y todo lo escrito antes, se repite y no me acuerdo al menos de parar y de pensar. Veo todo en una seguidilla de imágenes que no se detienen, que no cesan. Ante esto, antes lloraría. Hoy, ya ni eso.